Un reciente estudio sobre los gatos concluyó que estos animales prefieren la carne o el pescado porque no pueden detectar el sabor del azúcar. Hasta hace poco, los especialistas ignoraban las razones biológicas de este comportamiento en los felinos.
La razón se reveló en un estudio realizado por científicos británicos y estadounidenses, que pudieron concluir que esto se debe a un gen relacionado con las estructuras fisiológicas que permiten percibir estos sabores, por lo que las cosas dulces no tienen sabor para ellos.
Un análisis molecular demostró que tanto los felinos grandes como pequeños comparten esta característica, desde los gatos, pasando por los tigres, hasta los leones, lo que además puede explicar su comportamiento carnívoro en la cadena alimenticia. Los gatos desde su vida silvestre, siempre han preferido una dieta rica en proteínas y muy pocos carbohidratos.
Lo que llevó a los expertos a indagar si la respuesta se encontraba en los genes, es lo inusual de que los mamíferos rechacen los dulces. Buscaron determinar si había defectos en el código genético que detecta las sacarosas, para lo cual realizaron una revisión de un código de ADN de dos felinos.
Mediante este trabajo pudieron descubrir que "había un defecto", lo que haría que no sintieran el sabor de las cosas dulces, concluyó Leslie Stern, del Centro Monell de Sensaciones Químicas de Filadelfia, Estados Unidos.