¿Alguna vez te has preguntado para qué sirve realmente el agujero en el mango de las sartenes? Normalmente, ponemos atención en el tamaño, el material o si es antiadherente, pero pocas veces en los pequeños detalles de su diseño. Y, sin embargo, ahí puede esconderse un truco muy útil.
La función más conocida de ese agujero situado en el extremo del mango es para colgar la sartén en la pared, pero no es la única ni la más ingeniosa.
La verdadera función del agujero en el mango
Además de servir para colgarla, ese orificio está diseñado, principalmente, como soporte para la cuchara o la espátula que usamos al cocinar.
Por ejemplo, si estás preparando una salsa y tu cuchara queda impregnada de la preparación caliente: dejarla sobre la encimera no es una buena opción, ya que va a dejar manchas difíciles de limpiar o incluso podría dañarla con el calor, y colocarla en un plato implica lavar más utensilios.
El agujero resuelve este problema: introduce ahí el extremo de la cuchara de cocina y quedará "suspendida"; así no tocará la superficie, no goteará y siempre la tendrás a mano.
¿Funciona con todas las sartenes?
Depende del modelo, ya que algunas tienen un orificio demasiado pequeño para utensilios de cocina, y en esos casos cumple sólo un papel estético o de colgado.
Pero en la mayoría de los diseños modernos, el truco es perfectamente funcional.