Un ejemplo para el resto de las ciudades turísticas es el que da Villarrica.
Aprovechando la temporada veraniega y las cientos de personas que llegan a la localidad a disfrutar del lago, las autoridades decidieron dar más facilidades a quienes tienen limitaciones físicas.
En la playa Pucará instalaron rampas para mejorar el acceso de sillas de rueda y se habilitaron sillas anfibias. Así todos pueden disfrutar del agua para capear el calor.
Revisa el informe de Ricardo Campos: