Una familia se viralizó por la emotiva despedida que le realizaron a su perrita antes de practicarle la eutanasia.
Esta es la historia de Tunka, una can de 10 años que padecía una enfermedad degenerativa crónica, que pese a ser tratada por especialistas, no tenía otra solución que la eutanasia para evitar su sufrimiento.
Por tal motivo, su familia decidió llevarla por última vez a su lugar favorito; la playa.
A la orilla del mar, la mascota disfrutó de la arena y el atardecer mientras era acariciada por sus seres queridos.
Tras esto, una doctora le realizó la inyección letal mientras era acompañada por las personas con las que compartió toda su vida y miraba al cielo.
"A Tunka le gustaba mucho el mar... y pudo sentir una vez más todo lo que tanto le gustaba", escribieron en el registro ampliamente viralizado en Facebook.