La Sociedad de Conservación de Delfines de Hong Kong realizó un preocupante llamado medioambiental: de no tomar las medidas necesarias contra la contaminación, el delfín blanco chino -también conocido como delfín rosa por su peculiar tonalidad- podría extinguirse.
Según los antecedentes que manejan los expertos, su población ha disminuido de 158 en 2003 a 78 en 2011, con una nueva disminución prevista para la recopilación de antecedentes del 2012.
Los ecologistas afirman que su desaparición se debería a la pesca excesiva, el aumento de tráfico marítimo, la contaminación del agua y el desarrollo costero.
El presidencial de la sociedad, Samuel Hung, manifestó que "corresponde al Gobierno y a cada ciudadano de Hong Kong defender a los delfines. Corremos el riesgo de que desaparezcan si no tomamos acciones conjuntas".
Los delfines blancos chinos, únicos por su color rosa, son una variedad genética del delfín jorobado del Indo-Pacífico. Una especie que se encuentra "amenazada", según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.