Era el día más importante de su vida y todo tenía que salir impecable. Al menos eso esperaba una novia brasileña que lucía radiante para el día de su boda.
El problema fue que al parecer nunca consultó la calidad musical del DJ encargado de poner la marcha nupcial en su gran momento.
Mientras ella ingresaba al recinto del brazo de su padre, todo parecía ir bien con la tradicional canción, pero de pronto comenzó a mezclarse con una música electrónica y todo se arruinó.
La cara de la novia lo dice todo.