En un bosque estadounidense, un ciervo macho estaba perdido de su familia. Al llegar la tarde, el animal desesperado, se dio cuenta que un joven cazador se avecinaba.
El hombre se acercaba cada vez más y el ciervo no encontraba una salida para poder escapar, por lo que no encontró otra estrategia que fingir estar herido de muerte.
El cazador, visiblemente impactado por el animal que había matado, se acercó para tocarlo y corroborar que se encontraba muerto.
Sin embargo, en un descuido, el animal se puso de pie y saltó raudo por los árboles del bosque hasta que se perdió.
A pesar de haber resultado ileso, estas imágenes desataron un debate al considerar que la cacería indiscriminada de animales es una práctica que se debiera erradicar.