Michael Womer se caracteriza por subir videos de sus proezas con los cocodrilos.
El hombre mantiene algunos de estos gigantes en su casa a los que alimenta con diversas cosas y, con algunos realiza juegos de demostración a quien llegue a mirar.
Uno de los más extraños es lanzarle sandías o calabazas a un cocodrilo de más de 800 kilos, su regalón, el que las destroza en cuanto tocan sus gigantescas fauces.
Ahora Womer ha decidido ir más allá y, demostrando su valentía y confianza en los cocodrilos, a comenzado a darle de comer desde su boca. Al más puro estilo del "juego de la gomita", el adiestrador pone una salchicha en su boca para que el animal se la quite.
Sin lugar a dudas una acción arriesgada y que podría acabar en cualquier momento con la vida de Michael Womer.
Acá te mostramos la arriesgada maniobra: