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¿Qué sienten los gorilas?

La historia de Kesho y Alf, dos gorilas hermanos que se reencontraron en la reserva de Wiltshire en Londres tras dos años de separación, vuelve a abrir la interrogante.

Mónica Ñancupán

Viernes 17 de agosto de 2012

Ayer se divulgó una hermosa historia del mundo animal. Las fotografías de Kesho y Alf, dos hermanos gorilas que se reencontraron luego de permanecer separados durante años, han conmovido a miles de personas alrededor del mundo. La sorprendente y emotiva reacción de ambos al reencontrarse abre nuevamente la interrogante: ¿Los animales, y en este caso los gorilas, tienen sentimientos o es una característica exclusiva de los seres humanos?

Según Tim Chavers, bloguero de temas científicos del diario The Telegraph, a primera vista -y en virtud del ejemplo de los dos gorilas que se reencontraron en la reserva de Wiltshire en Londres- la respuesta es sí, aunque cabe el espacio a la duda.

Según Descartes (1596-1650)  los animales eran como máquinas y no tenían la capacidad de experimentar el dolor.

Aristóteles (384-322 a.C.) decía que los animales se encontraban en la faz de la tierra para el uso del ser humano: "Las plantas existen para el favor de los animales y las bestias salvajes para el favor del hombre; los animales domésticos para su uso y alimento, los salvajes para alimento u otros accesorios de la vida, tales como vestimenta y algunas herramientas...todos los animales para favor del hombre".

La ciencia moderna ha analizado las sensaciones como el miedo y la ira.

Darwin (1809-1882) dijo que "Los animales inferiores, al igual que el hombre, sienten placer y dolor, felicidad y miseria de forma manifiesta. La felicidad no se demuestra nunca mejor que por los cachorros jóvenes, como los perros, los gatos, los corderos, etc. cuando juegan juntos, como nuestros propios niños". 

Hasta ahora no existe ningún estudio que corrobore científicamente la capacidad sentimental de los animales. Pero, a juzgar por el conmovedor reencuentro entre Kesho y Alf y otras tantas historias del mundo animal en que se demuestra el afecto e ira en los animales, al menos cabe la duda.