En Devon, un condado en el suroeste de Inglaterra, un gato muy especial dejó de existir. Se trata de Rubbles, quien actualmente era considerado como el gato más longevo del mundo, con 31 años. El felino vivía con su dueña, Michele Heritage, desde 1988.
Heritage recibió a Rubbles como regalo para su cumpleaños número 20. La mujer, que ahora tiene 52 años, cree que su gato tuvo una larga vida ya que lo trataba como su propio hijo, pues ella nunca tuvo.
Según cuenta la mujer en el portal de noticias Newsweek, Rubbles “habría tenido 32 años en mayo, así que fue un gran logro. Fue un compañero increíble con el que tuve el placer de vivir durante tanto tiempo”. Heritage ya había tenido otro gato antes, Nutmeg, que murió con 30 o 31 años en 2017.
A pesar de lo anterior, hay que tener en consideración que hay otro felino que actualmente ostenta el título del gato más viejo del mundo. El récord Guinness es de Creme Puff, un gato que falleció en 2005 con 38 años, en Austin, Texas. "Nunca nos interesó ser parte del Libro Guinness de récords. No quería hacer eso dada su edad. El registro no nos interesaba", comentó Heritage.
A fines del 2019, Heritage y su esposo sospecharon que este año podría ser el último de Rubbles, ya que había dejado de comer, beber líquidos, y se estaba volviendo muy flaco.
"Era una criatura de costumbre, tenía sus lugares favoritos para dormir y le gustaba su comida, así que cuando eso dejó de suceder, lo supimos", sentenció la mujer.