Hay gatos que detestan que los reten y mucho menos toleran que les "levanten la mano".
Este minino se tomó esta consigna de forma muy literal, y se dedica a impedir que sus amos alcen la mano en su presencia.
Primero comienza con una mano, pero al ver que "el juego" tiene mayor dificultad, utiliza sus dos patas para frenar a sus "contrincantes".
De seguro este gatito tuvo un grato momento y, de paso, aprovechó de demostrar quién es el que manda en el hogar.