Una terrorífica broma le jugó el Museo Internacional del Espía de Chicago a sus visitantes que no fueron capaces de seguir unas simples reglas.
En lo que parece ser un simple y seguro acuario hay un cartel que dice "toque bajo su propio riesgo", lo que no muchos hacen y comienzan a golpear el vidrio con la finalidad de que los tiburones que se encuentran en su interior se acerquen a ellos.
Y eso fue precisamente lo que hizo este hombre, quien comenzó a tocar con cuidado en vidrio, sin embargo, cuando se percata de que no pasa nada al tocar la muralla mientras pasa un tiburón, decide hacerlo con más fuerza. Acto seguido, uno de los tiburones se acerca con toda su fuerza y rompe el vidrio que los separaba a ambos.
Sólo del susto, el hombre cayó al piso y no pudo contener sus expresiones de terror al ver lo que acababa de suceder.
Esta es sólo una ilusión creada por el recinto y que busca sorprender a sus visitantes más rebeldes.