Momento de terror. Así puede describirse lo que vivió una familia en Suecia al verse enfrentada a lo que se ha reconocido como una rata “vikinga”. Claro, mide 50 centímetros.
Todo comenzó cuando La familia Bengtsson-Korsås se percató que algo andaba mal en su gato, Enok, quien empezó a negarse a ingresar en la cocina.
Sin embargo, un día se dieron cuenta que debajo del lavaplatos existía una importante pérdida de agua. Cuando corrieron el aparato para ver qué pasaba, la vieron.
"Estaba aterrada. Era tan grande que apenas la vi salté sobre la mesa de la cocina", contó Signe Bengtsson-Korsås, la madre, en diálogo con Aftonbladet. Con la cola extendida, el animal rondaba los 50 centímetros de largo.
Cómo no, la familia no tuvo otra alternativa que llamar a exterminadores, que llenaron la casa de trampas de tamaño industrial. Menos de 24 horas después, el roedor cayó en una de ellas.
Sin embargo, cuando fueron a buscarla notaron que ya no estaba allí. Como era mucho más fuerte que una rata común, había logrado huir con la trampa apriosionando su cuello.