Un placentero momento vivió un perro Pomeranian luego que llegara el día de su corte de pelo.
El pequeño Spitz reaccionó de la manera más adorable desde que las tijeras comenzaron a recortar su pelaje, sonriendo sin parar y llegando incluso a perder el equilibrio ante el relajante episodio.
Aparentemente, es la actividad favorita del diminuto can.