Sunny era una gatita abandonada que fue rescatada por Marianne y su esposo quien la encontró en el desierto de Arabia Saudita.
No sólo le dieron mucho amor y cuidados, sino que su dueña siempre le dedicó alguna canción especial.
Esto último se ha convertido en una costumbre, y cada vez que Marianne entona una melodía, la felina lo reconoce como una especie de llamado materno, y salta a los brazos de la mujer mientras le ronronea.
La joven asegura que cada vez que canta, la gata corre a su regazo sin importar en qué parte de la casa se encuentre. Para comprobarlo, compartió el video en redes sociales, el cual ha emocionado por la fuerte conexión entre ambas.