No es probable que se haya preguntado alguna vez en la vida qué efectos produciría en un perro comerse un limón.
Pero los dueños de esta mascota aprovecharon un día de playa para hacer la prueba.
Y lo que grabaron fue bien divertido, ya que los efectos de la acidez del cítrico le llevaron a realizar divertidas convulsiones, ante la risa de todos los presentes.
Lo más divertido de la escena es que, pese a todo, le encantó el limón, ya que siguió probándolo sin importarle el "mal rato" que estaba pasando.