Para los niños autistas las tareas que pueden resultar muy básicas para cualquier persona, como cortarse el pelo por ejemplo, pueden resultar todo un desafío. Justamente eso es lo que pasaba con Wyatt Lafreniere, un niño de seis años que había sido rechazado por todos los peluqueros a los que había ido.
Wyatt fue diagnostica con autismo a los dos años y desde entonces cortarle el pelo ha sido una dura tarea para su madre, ya que tiene hipersesibilidad al sonido y al tacto.
"No le gusta que le toquen el pelo y muchos sonidos son agresivos para él", explicó la mamá del pequeño, Fauve Lafreniere, en una entrevista con ABC News.
Desde ese momento cortarle el pelo al pequeño se transformó en una tarea titánica hasta que dio con Franz Jakob, el dueño de una peluquería en Quebec (Canadá), que lejos de rechazarlo como muchos lo hicieron, se adaptó a las necesidades de Wyatt.
"Estaba nerviosa la primera vez", dijo Fauve, de 30 años, cuando fue a la barbería de Jakob hace dos años. "Pero ahora, me siento bendecida de tenerle en nuestra vida, en todos los sentidos", reconoce.
Jakob se dedica a este oficio desde que tenía 12 años, por lo que para él adaptarse al niño no tiene nada de especial, sino que "sólo estoy haciendo mi trabajo".
"Trato de cuidar a todos mis clientes. Es mi naturaleza hacer un esfuerzo adicional", aseguró el peluquero.
Fue una foto que les sacó la madre del niño mientras le cortaba el pelo que hizo conocida la historia.
En la imagen se ve al peluquero tirado en el piso cortándole el pelo a Wyatt mientras juega. La imagen rápidamente se hizo viral por el bello gesto del estilista.
Franz, de 45 años, no sólo atiende a este pequeño, sino que le corta el pelo a muchos niños con necesidades especiales e incluso a pacientes terminales a quienes no les cobra.