No todas las personas llegan a ser disciplinadas, pero algunos sí poseen la voluntad para someterse a ciertos cambios de conducta. Así ocurrió con esta niña, pero de una manera bastante particular.
Ante el entrenamiento de sus pequeños perros llevado a cabo por su padre, la niña decidió someterse por voluntad a un acto disciplinario participando del momento como uno más de ellos.
Ante las tareas delegadas por su papá, la pequeña respondió realizando las mismas actividades que los perros y recibiendo una recompensa por cada orden cumplida.