Agrupaciones
de defensores de los derechos de los animales están en guerra con el famoso
parque acuático SeaWorld, de San Diego, debido a las lesiones que sufrió una
orca que realiza espectáculos para el público.
La
ballena, de 11 años de edad y de nombre Nakai, se hizo una horrible herida después
de golpearse contra una barrera de su piscina.
El accidente habría ocurrido el pasado 20 de septiembre y, según dijeron los denunciantes, los responsables del parque trataron de mantener accidente en bajo perfil.
Según miembros de PETA (People for the Ethical Treatment of Animals), Nakai se hizo una herida que le abrió la piel y atravesó algo de su grasa en la mandíbula. La sangre pudo hacer que otras ballenas la atacaran y mordieran agravando aún más la lesión.
PETA se quejó ante el Departamento de Agricultura de EE.UU., acusando a SeaWorld porque el espacio en que mantienen a sus animales no cumple con la reglamentación de la Ley de Bienestar Animal.
Según PETA,
estos problemas son de larga data en los parques de SeaWorld, lo que redunda en
estrés, agitación y agresividad de las
ballenas.
Sea World afirmó en un
comunicado que el parque está "comprometido con el bienestar físico,
mental y social de sus animales” y que Nakai está siendo tratada con antibióticos.
Agregaron
que los veterinarios "muy contentos con el progreso de la cicatrización de
las heridas''.
Esta
no es la primera batalla que PETA libra contra SeaWorld por presuntos maltratos
a sus animales.
En
octubre de 2011 presentaron una demanda en que alegaron que las orcas en sus
parques habían sido retenidas y esclavizadas contra su voluntad para obligarlas
a realizar espectáculos.
Un juez federal, sin embargo, desestimó el caso, argumentando que la 13 ª Enmienda - que prohíbe la esclavitud y la servidumbre involuntaria - se refiere sólo a los seres humanos.