Pamplona, en España, no es la única región del mundo en la que se vive estos días un importante festival taurino.
A San Fermín se une otra polémica festividad, algo más desconocida, celebrada al otro lado del mundo.
En las provincias chinas de Guizhou y Yunnan, la tradición de la etnia Miao también está ligada al toro. Pero no se trata de enfrentar al ser humano contra este bravo animal, sino de una lucha a muerte entre dos machos.
El perdedor también termina en la parrilla. Aunque si las heridas infringidas por su oponente no logran acabar con su vida, tiene un final bastante cruel, ya que es ahorcado en un árbol.
El Festival de Toros de Miao, es el más famoso del país asiático. Durante más de 4.000 años se viene celebrando esta controvertida fiesta, que atrae a miles de personas de esta región.
Según el portal Chinatoday, el censo de personas perteneciente a esta etnia supera los 8 millones en el año 2.000. Esta particular celebración taurina está enmarcada en la fiesta del Año Nuevo Miao, la más solemne de sus celebraciones.
Los Miao son principalmente campesinos. Ven al ganado como un aliado indispensable, el cual le ayuda en todas las actividades de su vida cotidiana. Cuando llega la tradicional fiesta, los dueños alimentan los animales muy bien, dándole incluso vino o cerveza, para aumentar su sensación de euforia.