Hace unas semanas Marcella Mares, una adolescente de California, Estados Unidos, denunció públicamente que un profesor de la escuela comunitaria Fresno City College le había prohibido amamantar durante las clases virtuales.
Según explicó en una extensa publicación en Instagram, el docente había cambiado “los requisitos, diciendo que los estudiantes debían mantener tanto la cámara como el micrófono encendido en la clase.
Razón por la cual la joven decidió explicarle que no tenía problemas “pero podría necesitar apagarlos para alimentar a mi hija de vez en cuando”, señaló.
Sin embargo no recibió la respuesta que esperaba, ya que el profesor le contestó de vuelta: "eso no es lo que debes hacer durante la clase. Hazlo en tu tiempo libre”.
“No respondí y fui a clase media hora más tarde. Lo primero que le dice a toda la clase en nuestra reunión de zoom fue: ‘Recibí un correo electrónico realmente extraño de una estudiante que decía que tenía que hacer cosas inapropiadas durante el tiempo de la conferencia. Ustedes deben entender que ahora tienen prioridades y deben dejar a un lado todas esas distracciones o ser creativos cuando su hijo los necesite y prestar toda su atención en mi clase’”, redactó en su cuenta de Instagram.
Según continúa explicando, se sintió humillada y desmotivada luego que expusiera su caso públicamente y dijera haber recibido un correo “extraño de cosas “inapropiadas”.
Por esta razón es que decidió informar al establecimiento de lo que había ocurrido, manifestando su descontento.