Para la mayoría de los profesores que uno de sus alumnos se quede dormido en su clase es una grave falta, incluso causal de expulsión de la sala o suspensión en algunos establecimientos, pero para este profesor de Cheney, Washington, Estados Unidos, esto significó algo completamente diferente.
Fue el mismo profesor el que contó la historia a través de sus redes sociales, donde sacó aplausos con su manera de actuar.
Según contó Monte Syrie en su cuenta de Twitter una de sus alumnas se durmió durante su clase, pero lejos de regañarla o amonestarla, decidió dejarla dormir y continuar con la clase.
"Meg se quedó dormida ayer. La dejé dormir. No me lo tomé personal", resaltó el profesor que además contó que la joven se levanta todos los días a las 05:00 horas, realiza muchas tareas en su casa, actividades extracurriculares y además asegura "debe lidiar con su adolescencia".
Meg fell asleep in class yesterday. I let her. I didn't take it personally. She has zero-hour math, farm-girl chores, state-qualifying 4X400 fatigue, adolescent angst, and various other things to deal with. My class is only a part of her life, not her life. No, she did not use
— Monte Syrie (@MonteSyrie) 16 de mayo de 2018
"Mi clase es sólo una parte de su vida, no es su vida", agregó.
Esta confesión sacó aplausos en redes sociales por su empatía, mientras que otros usuarios, profesores principalmente, lo criticaron por fomentar la pereza de los estudiantes.
Ante esto el docente contestó que "No estoy sugiriendo que lo hagamos a diario, pero a veces hay que ayudarlos”.
Después del gesto de su profesor Meg lo sorprendió con otro de vuelta que provocó que Syrie se sintiera aún más orgulloso de la decisión que tomó: La joven le envió por mail el trabajo que debió hacer en el tiempo en que estuvo durmiendo.
“Me conmovió esta niña que, a pesar de todas las responsabilidades con las que hace ‘malabares’ en su vida se haya preocupado en cumplirme. Quizás no lo hace de la forma más eficiente o ejemplar, pero ¿quién lo hace? Yo no”, contó el profesor, según publica el sitio BoredPanda.
“Debemos preocuparnos también de vivir el lado humano de la educación”, concluyó el maestro.