Una profunda indignación habita entre animalistas y el personal de Longleat Safari Park (Reino Unido), donde una familia completa de leones fue sacrificada a través de la inyección de una sustancia letal.
Según consigna el portal RT.Com, un macho adulto llamado Henry, una hembra llamada Louisa y cuatro de sus cachorros fueron condenados a muerte en enero pasado tras una operación encabezada por veterinarios. El hecho finalmente se concretó en los últimos días, mientras el zoológico permanecía cerrado por mal tiempo.
Un portavoz del recinto señaló a The Daily Mail que el sacrificio se debe a la sobrepoblación de esta especie. "Ha habido un gran aumento de embarazos entre los leones, lo que resulta un aumento del 40% de la población. Esto ha dado lugar a un comportamiento violento excesivo, poniendo a 21 de ellos en riesgo".
Para los trabajadores del lugar y defensores de los animales en general, la explicación del portavoz no tiene bases sólidas que justifiquen la muerte de los seis ejemplares.
Henry, uno de los denunciantes, no sólo rechazó las muertes argumentando que "no había razón para hacerlo", sino que también criticó que la ejecución se haya llevado a cabo en absoluto silencio, mientras en zoológico permanecía cerrado.
Los leones son uno de los mayores atractivos del Longleat, recinto que abrió sus puertas en 1966 como el primer parque safari en el Reino Unido.
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