Existen trabajos que se caracterizan por su peligrosidad, pero sin dudas la tarea del demoledor de grandes estructuras está dentro de las más riesgosas, ya que siempre está la posibilidad de que un objeto caiga encima.

La descripción representa lo vivido por un trabajador de Pell City, en Alabama, quien intentaba botar un pilar de varios metros de altura y que estaba construido por una tonelada de ladrillos.

El implicado intentó movilizar la máquina para escapar pero no pudo evitar la caída de todo el material, el cual destruyó la estructura junto a la herramienta de trabajo.

Cuando todo indicaba que sería una tragedia, los colegas sacaron a la persona caminando salvándose de milagro de peores consecuencias.

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