Un curioso ataque se vivió en el zoológico de Chiba en Japón.
Cuando un pequeño niño se asomó a ver a los leones, el enorme animal se puso en posición de ataque y saltó sobre él.
Afortunadamente había un "pequeño" obstáculo: un firme vidrio que enjaulaba a los animales.
El momento sólo quedó en el instinto natural del animal que al ver que le dan la espalda, ataca. El menor no alcanzó a percatarse del ataque del león, así que sólo disfrutó del momento.