Con una faldita a mitad de piernas, una blusa blanco invierno, una mochila para guardar sus juguetes y tierno un gorro de lana para proteger sus orejas del frío; día a día sale a la calle una dulce perrita surcoreana que conquista a todo transeúnte que pasa a su alrededor.
Pero la vestimenta no es su gracia, es sólo un accesorio a sus dotes físicos. Y es que esta canina es capaz de diferenciarse de cualquier animal de su especie por otra cosa: camina como ser humano y disfruta de los paseos tal cual lo hace una persona de carne y hueso.
Con más de 15 mil 'Me gusta' en Facebook y casi un millón de reproducciones en YouTube, los usuarios quedan perplejos con su increíble destreza.
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