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Adiós amigo

Una singular relación de amistad entre un perro y un venado conmovió por semanas a los habitantes de una ciudad de Estados Unidos. Lamentablemente no pudo tener un final feliz.

24horas.cl Tvn

Viernes 14 de diciembre de 2012

Fue una historia de amistad que conmovió a los habitantes de Kansas City, Estados Unidos, pero que debía tener un final algo amargo.

Un perro callejero y un venado que se habían convertido en amigos y compañeros en el cementerio de la ciudad fueron separados por un grupo de rescate animal, y lo hicieron por el bien de uno de ellos.

Durante semanas, los funcionarios del cementerio de Elmwood vieron cómo "Ella", un venado hembra que es la mascota del recinto, entabló amistad con un perro callejero que un día entró y luego nunca quiso irse.

"Ella" vive hace un año en el lugar. Su madre la dio a luz allí y ambas se quedaron por algunas semanas. Eso hasta que un vehículo atropelló a la madre venado y la pequeña cría quedó huérfana.

Los conmovidos funcionarios del recinto comenzaron a alimentarla y "Ella" se encariñó con ellos y con el lugar. Hoy es residente permanente del cementerio.

Pero hace un mes la singular amistad que hizo con un perro que llegó al parque comenzó a llamar la atención de los funcionarios, los visitantes y la prensa, pero también de un grupo de rescate animal que advirtió que -pese a lo hermoso que parezca el vínculo- el bienestar del can podría estar en riesgo.

Mientras el venado puede soportar sin problemas la inclemencia del invierno en Kansas, el perro no  lograría hacerlo.

Aunque muchos surgieron la idea que el cementerio le instalara una caseta, la administración lo descartó. Explicaron que justamente habían evitado darle refugio y comida por temor a atraer a otros perros callejeros que –probablemente- no tendrían una reacción amistosa con "Ella" ni con los visitantes.

 

Finalmente, hace unos días dos rescatistas de animales instalaron una trampa con cebo en el parque y la dejaron una noche esperando atrapar al can.

La mañana en que lo encontraron dentro de la jaula se conmovieron por la escena que vieron.

"Ella" estaba junto a la trampa y se mantuvo cerca todo el tiempo mientras el perro era subido a una camioneta que lo llevaría a un centro veterinario. Luego caminó junto al vehículo hasta que salió del recinto.

El perro luego sería llevado a un centro de adopción para encontrar a una familia que le diera un hogar.

Antes de que se lo llevaran, los funcionarios bautizaron al amistoso perro como "ET", abreviación de "EpiTaph" (epitafio), y lo fotografiaron con "Ella" como recuerdo de esta sorprendente amistad.

"Me rompe el corazón que tengan que separarse, pero deben hacerlo (…) Me han preguntado si lamentamos que se hayan encontrado… ¡Por supuesto que no! Cada uno tendrá una interpretación… Yo creo que ambos se hicieron amigos para enseñarnos una lección", dijo Bruce Mathews, el administrador del cementerio que tomó las fotos.