Muchas son las personas que sufren de antojos por comer 'una cosita dulce', un chocolate o cualquier alimento que contenga azúcar, pero no siempre puede estar presente en la dieta, ya que el exceso de azúcar en el cuerpo produce obesidad.
Para controlar el peso y no dejar pasar esos antojos, científicos españoles y norteamericanos descubrieron que existe un reloj celular en los tejidos adiposos que afecta directamente a la tolerancia a la glucosa, y que además refuerza la idea de que no se deben comer dulces por la noche.
La investigación fue publicada en la revista Faseb y explica que el tejido graso funciona mucho mejor en las personas que se acuestan temprano y duermen más horas, por sobre aquellas con déficit de sueño y con horarios irregulares.
"Nuestro estudio demuestra que el tejido adiposo subcutáneo tiene un reloj interno que es capaz de regular la sensibilidad a la insulina incluso estando 'in vitro', fuera del cuerpo", explica la investigación.
Así, el cuerpo tolera de mejor forma el azúcar por la mañana, no así en la noche, lo que "puede llevar a picos de insulina que a la larga harán ganar peso" porque favorecen la entrada de grasa al tejido adiposo", detalla el documento.
Por último, el estudio indica que consumir dulces o azúcar en la noche, podría aumentar el riesgo de padecer diabetes y obesidad, efecto que se podría contrarrestar con un número suficiente de horas de sueño y levantándose temprano, ya que son dos factores que "ayudan a mejorar el funcionamiento del tejido adiposo".