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Aprende a vivir con ellos: diez síntomas que no son reflejo de una enfermedad

Los ronquidos, las ventosidades excesivas o la sudoración no siempre tiene que ver con situaciones patológicas. Muchas veces es sólo algo que el cuerpo hace.

24Horas.cl TVN

Domingo 1 de marzo de 2015

Muchas veces nos ponen en complicadas situaciones sociales o nos asustan cuando suceden más de una vez.

Se trata de los 10 síntomas más comunes que, aunque no lo creas, no anuncian que padeces una enfermedad. Son sólo reacciones que el cuerpo tiene.

Ronquidos, sudoración o las ventosidades excesivas son algunos de ellos. Sin embargo, los expertos recomiendan la visita al doctor cuando se vuelven recurrentes.

Mira la acá la lista hecha por 20minutos.es basada en el libro "Los síntomas que todos padecemos", del doctor español Manuel Díaz-Rubio:

1. Ventoseo: en buen chileno se trata del exceso de gases. La mayoría de las personas pueden controlar entre siete y 20 ventosidades diarias, pero hay veces en que no es posible.

La principal recomendación para no pasar bochornos es controlar la alimentación y disminuir la ingesta de legumbres, lactosa y almidón.

2. Meadilla del miedo: tiene relación con la necesidad imperiosa de orinar cuando se pasa por un momento tenso, aunque no hay un real deseo de ir al baño y muchas veces el intento es fallido.

Se recomienda orinar antes de enfrentarse a situaciones complejas e intentar técnicas de relajación.

3. Ronquidos: los causantes pueden ser la obesidad, el exceso de alcohol o problemas en la mandíbula. Aunque hay una serie de recomendaciones populares, lo verdaderamente efectivo son los fármacos.

4. Sudoración: liberar agua es parte de las medidas que tiene el cuerpo humano para mantener una adecuada temperatura. Sudar en exceso puede ocurrir como respuesta al ejercicio, exceso de alcohol y cafeína.

Las recomendaciones van de la mano con aumentar también la higiene o acudir a un tratamiento psicológico.

5. Taquicardia sinusal: es una respuesta ante el estrés, haciendo que el corazón supere los 100 latidos por minuto. Lo ideal son las técnicas de relajación y respiración.

6. Rubor: el enrojecimiento del rostro puede estar relacionado a una emoción, fobia social o a una enfermedad. No hay tratamiento epecífico, pero hay tratamientos psicológicos para la ereutofobia, es decir, que el miedo a ponerse rojo afecte tus actividades diarias.

7. Afonía: el tabaco, un resfrío o el miedo a hablar en público (fonofobia) hacen que nuestras cuerdas vocales no funcionen de la manera correcta. La disfonía es fruto de las lesiones en las mucosas.

8. Retorcijones: estos cólicos suele deberse a la irritación del colon. Comer liviano y evitar alimentos que provoquen acidez es recomendable. Sin embargo, cuando ir al baño o expulsar los gases no es suficiente, lo ideal es consultar al médico.

9. Temblor fisiológico: las emociones suelen estar detrás. La ansiedad o el miedo, entre otras, pueden afectar las entre seis y 12 oscilaciones por segundo en las manos, piernas o cuello. Hay que evitar estimulantes como el azúcar y el café, pero cuando es demasiado se suele recetar ansiolíticos.

10. Sequedad de boca: generamos 1,5 litros de saliva por día, pero hay momentos en que no se siente. El estrés suele provocar sequedad en la boca y complicarnos al hablar, masticar o tragar.

Relajarse, tomar agua, chupar un caramelo o mascar chicle alivia esta sensación.