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Avispa esmeralda desinfecta su alimento

"Es evidente que una especie que se alimenta de cucarachas tiene que protegerse de las posibles intoxicaciones alimentarias", afirmó Herzner.

Daniela González

Jueves 10 de enero de 2013

Increíble pero cierto, por lo menos así lo demostró un estudio, la avispa esmeralda practica su propia técnica de higiene alimentaria que consiste en desinfectar su alimento.

Durante su reproducción las avispas ponen un huevo en la pata de una cucaracha americana. En el momento que la larva nace ésta ingresa en su interior y se alimenta de sus órganos hasta que completa el desarrollo y abandona el cuerpo.

Las pocas condiciones de higiénicas hace que las cucarachas puedan albergar distintas bacterias y virus, infectando la avispa y amenanzando su vida.

"Es evidente que una especie que se alimenta de cucarachas tiene que protegerse de las posibles intoxicaciones alimentarias", señaló Gudrun Herzner, entomóloga del Instituto de Zoología de la Universidad alemana de Regensburg y autora de la investigación.

Además afirma que "es una buena opción para buscar mecanismos de defensa antimicrobianos".

La intención de Herzner era saber cómo  se protegen las larvas de avispas esmeraldas de los microbios de su principal fuente de alimento. Para saberlo recogieron muestras de un líquido que secretan las larvas.

Durante el proceso de investigación las dos sustancias químicas encontradas en el líquido combinadas, resultaron ser efectivos agentes microbianos contra las bacterias de las cucarachas americanas. 

Ambos componentes habían sido identificados con anterioridad en otro organismo, pero la investigación de la entomóloga es el primero en encontrar esta específica combinación en la misma fuente.

"Creo que es esta mezcla exacta es la que proporciona una eficaz protección ante varios tipos de bacterias", afirmó Herzner, además afirma que "las avispas prácticamente empapan las cucarachas con estas secreciones, desinfectándolas".

Según Jim Whitfield, catedrático de entomología de la Universidad de Illinois, Estados Unidos estos métodos como el que aplica la avispa esmeralda en las cucarachas, son comunes en los insectos y "casi todas las especies de larvas de insectos tienen un parásito que les ataca. El mundo es duro si eres una larva".

A pesar de eso, recalca que el método específico de estas avispas resulta único ya que "normalmente la madre produce el compuesto que protege a sus larvas. En este caso, parece que es la propia larva la que lo produce".

Según los especialistas este descubrimiento podría llegar a utilizarse en técnicas de salud alimentaria en humanos.

"La evolución podría estar trabajando para encontrar mejores mecanismos de defensa", enfatizó la autora de la investigación.