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Cinco técnicas para criar un hijo según los expertos de Harvard

Un estudio realizado por la facultad de Educación de la prestigiosa entidad, pone foco en la enseñanza de los valores por sobre el éxito y las buenas calificaciones.

24Horas.cl TVN

Martes 24 de noviembre de 2015

En un mundo altamente competitivo, la crianza de los hijos se torna algo compleja.

Muchas veces no se sabe si priorizar que los niños obtengan buenas calificaciones o que aprendan los valores que resultan vitales en la vida.

Con la idea de aconsejar a cuyos padres que esperan que sus hijos sean personas íntegras, la facultad de Educación de la Universidad de Harvard, publicó una serie de consejos que apuntan a dar herramientas a los padres para que guíen a sus hijos a una vida en la que la amabilidad sea la aspiración.

Dar a los niños la oportunidad de equivocarse

Los niños no nacen con una habilidad innata para actuar amablemente, pero pueden aprender rápido absorbiendo lo que los rodes. Oportunidades diarias para practicar algo tan simple como que ayude a otro hijo con la tarea, puede hacer una diferencia.

 

Los niños necesitan aprender a tener perspectiva

Estos le ayudarán a los niños a construir un amplio "círculo de preocupación", dicen los investigadores. Tienen que aprender a escuchar a los individuos. Deben saber que hay diversos puntos de vista y nadie es dueño de la verdad.

 

Necesitan modelos a seguir

Eso no significa ser padres perfectos. Significa trabajar en la empatía y demostrarle preocupación y simpatía, que haya una concordancia con lo que se enseña y que sea un ejemplo moral en este sentido. A medida que se enseña un valor, este debe ser reforzado con la actitud de quien se lo indica.

 

Ayudar a los niños a manejar sentimientos destructivos

La vergüenza, la ira y los celos pueden anular la intención de ser amable. Los niños necesitan saber que estos sentimientos son normales, pero se pueden abordar de diferentes maneras. "Se debe ayudar a los niños a aprender cómo sopesar sus diversas responsabilidades con los demás y con sigo mismos", escriben los investigadores.

 

Los adultos deben dejar de pasar la pelota

Los padres se preocupan por el estado moral de los niños, pero es difícil encontrar adultos que reconocen que ellos podrían ser parte del problema. Los adultos tienen que cuestionar los mensajes que están enviando, y preguntarse: ¿qué valores estoy promoviendo realmente?