Click acá para ir directamente al contenido

¿Cómo comprar pescados y mariscos en Semana Santa?

Claudia Rojas, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello, entrega algunas recomendaciones sobre en qué fijarse al comprar los alimentos que provienen del mar.

Francisco Guerrero

Miércoles 1 de abril de 2015

Semana Santa es también época de productos del mar en las mesas.

La tradicional tendencia de no comer carnes rojas en esta fecha hace que el consumo de pescados y mariscos se dispare por un fin de semana.

Para evitar problemas, la académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello Claudia Rojas nos entrega algunas recomendaciones para comprarlos y comerlos sin riesgo.

"Los pescados tienen alto contenido de agua (...) En general los pescados magros contienen un 80% de agua y los grasos un 60%. Cuanto más contenido en agua tengan peor se conservan y más rápidamente se deterioran", indicó.

Ante esta descripción, Rojas llama a comprar en lugares establecidos que cuenten con las medidas de conservación correspondientes.

"(El deterioro) es producido por las propias enzimas del pescado, por bacterias y por diversas reacciones químicas cuando el producto esta crudo. La comprobación de la frescura supone determinar el grado de desarrollo alcanzado por los cambios del pescado y mariscos haciendo uso de los sentidos del olfato, vista y tacto", agrega.

 

Mucho "ojo" al comprar

La académica de la U. Andrés Bello señaló que hay algunas señales a tener en cuenta al momento de realizar la compra.

"El producto debe estar brillante, suave al tacto, con piel húmeda, sin color extraño, con olor agradable a mar. Si tienen olor amoniacal es signo de un pescado alterado. Además, deben tener ojos limpios, brillantes y húmedos, la carne firme y elástica y sangre y branquias apegadas y rojas”, dice.

En relación a los mariscos, la experta indicó que los moluscos unibivalvos como los locos, cholgas, ostiones, machas, almejas y choros, que se comercializan vivos, las valvas deben estar firmemente cerradas.

En caso de que estén semi abiertas, deberán cerrarse tan sólo al tocarlas.