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Cómo diferenciar las sensaciones de tristeza de un cuadro depresivo

Mientras que la tristeza se asocia a sensaciones de bajo ánimo causada por eventos externos, la depresión se debe a una enfermedad de carácter psiquiátrico que debe ser tratada por especialistas.

24Horas.cl Tvn

Lunes 22 de febrero de 2016

Nuestro día a día está lleno de emociones, las que no siempre tienden a ser favorables y buenas para nosotros. Estas fluctuaciones inevitablemente afectan nuestro ánimo, pudiendo incluso desencadenar sensaciones negativas en nuestro estado mental.

Cuando experimentamos momentos de dificultad, tendemos a asociar nuestro bajo ánimo y agotamiento con cuadros depresivos, un estado que puede ser fácilmente confundido con un simple episodio de tristeza.

¿Cómo diferenciarlos?

Mientras que la tristeza es desencadenada por eventos externos dentro de nuestra cotidianeidad que afectan nuestra condición anímica, la depresión es el resultado de una interacción de varios factores, tales como la genética, cambios ambientales y neurobiológicos, según consigna El País.

"La tristeza es una emoción básica que experimentamos por situaciones negativas: Cuando muere un ser querido, no se cumplen las expectativas personales... Es como el miedo, la rabia, el asco", explica el vocal de la Sociedad Española de Psiquiatría, Luis Caballero.

Por otro lado, el experto añade que "la depresión es una enfermedad, en el sentido psiquiátrico, en la que hay una tristeza patológica que es intensa y más duradera y que está asociada a otros síntomas. Estos son: La anhedonia (la incapacidad para sentir placer), la abulia (notable falta de energía), la pérdida de peso y apetito, trastornos del sueño, fatiga, dificultades para concentrarse, y sucesión de ideas reiteradas de sentimiento de culpa, preocupación excesiva por la salud y fantasías suicidas".

 

Cabe destacar que dentro de los aspectos que diferencian a la tristeza de la depresión, se encuentra la duración y factores como el daño físico.

Así, la tristeza que se presenta ante situaciones puntuales en cuyos casos de mayor intensidad pueden desencadenar un llanto, tiende a ser muy breve en comparación a un estado de ánimo depresivo, el que puede durar como mínimo, dos semanas, con sensaciones de agotamiento y pérdida de interés.

Además, la presencia de cambios en el cuerpo tales como la pérdida de peso o fatiga, pueden ser fundamentales a la hora de diagnosticar un cuadro depresivo. Caballero explica que hay veces en las que "se trata un cuadro de pérdida de peso, fatiga crónica o problemas de colon irritable, pero no se aborda la depresión, que es lo que está de fondo".

El especialista indica que "se ha frivolizado con la palabra depresión", debido a que se tiende a confundir con otros problemas de salud, los que podrían no tener nada que ver con este cuadro.

Por lo anterior es necesario que se puedan identificar las sensaciones experimentadas y recurrir a un especialista en caso de ser necesario, ya que podríamos estar enfrentados a una simple baja en nuestro ánimo producto de la rutina o cambios dentro de nuestra vida.