Un par de cosmonautas rusos flotaron el viernes fuera de la Estación Espacial Internacional (EEI), en la primera de ocho caminatas espaciales previstas para este año, con el fin de instalar experimentos y preparar al puesto orbital para un nuevo módulo, dijeron funcionarios.
Los ingenieros de vuelo Pavel Vinogradov, de 59 años, que ya ha realizado seis caminatas, y Roman Romanenko, de 41 años, un cosmonauta de segunda generación que haría su primera caminata, flotaron fuera de la estación a las 1403 GMT, que se encuentra actualmente 422 kilómetros sobre el sureste del Océano Pacífico.
El propósito primario de la excursión de seis horas es armar un experimento que realiza seguimientos de ondas de plasma en la ionósfera de la Tierra, la capa más externa de la atmósfera del planeta que se extiende a unos 600 kilómetros hacia el espacio.
Los instrumentos en dos cajas sujetadas a rieles en la parte anterior del módulo Zvezda de la estación ahora medirán la radiación electromagnética de baja frecuencia, que entre otras cosas ha sido vinculada a los movimientos sísmicos.
Vinogradov y Romanenko posteriormente se movieron a la popa del módulo Zvezda para reemplazar un láser retroreflector malogrado perteneciente al sistema automatizado de atraque, utilizado por los transportes de carga de la Agencia Espacial Europea. El próximo transbordador será lanzado en julio.
Antes de volver a la estación, se espera que los cosmonautas retiren otro experimento diseñado para estudiar cómo afectan los microbios a las estructuras en el espacio y determinar si éstos son afectados por la actividad solar.
La estación, que cuenta con una tripulación rotativa de seis astronautas y cosmonautas, es un centro de investigación de 100.000 millones de dólares desarrollado por Estados Unidos y Rusia, en asociación con Europa, Japón y Canadá.