Una creación surcoreana podría convertirse en una solución para disminuir la cantidad de contaminación acústica en el mundo.
Se trata de una singular ventana que aisla del sonido, pero deja pasar el aire. La insonorización funciona mediante el principio de la transferencia del aire que absorbe y amortigua el ruido en otro medio. Así se crea una barrera que absorbe el sonido al tiempo que permite el libre paso del aire.
Los investigadores Sang-Hoon Kima y Seong-Hyun Lee, de la Universidad Marítima Mokpo de Corea de Sur y del Instituto Coreano de Maquinaria y Materiales, diseñaron una cámara de resonancia que consiste en dos placas paralelas de plástico acrílico transparente, de unos 150 milímetros cuadrados y separados por 40 milímetros.
Las ventanas poseen agujeros a través de los cuales circula libre el flujo de aire, dando amplia ventilación. Además, sus características permiten sintonizarlas y que solo insonorice ciertas frecuencias.
Con ellas, por ejemplo, si estamos en un área con sonidos de olas de mar de muy baja frecuencia, y la vez hay ruidos de una máquina trabajando en frecuencia alta, las ventanas se pueden ajustar para escuchar solamente los sonidos de las olas acompañadas de un agradable aire fresco.