¿Sabías que el diseñador de las bolsas para náuseas que se ven comúnmente en los aviones de uso comercial las inventó con un objetivo completamente distinto?
Su creador, Gilmore Schjeldahl, las ideó para que las personas pudieran almacenar comida en las alturas sin riesgo de que se echara a perder, reporta la página web del museo Smithsoniano.
Sin embargo las condiciones de los viajes a mediados de 1950, fecha en que el producto fue introducido en los aviones, vieron un uso distinto en ellas.
En ese tiempo los aviones comerciales eran más pequeños, los pasajeros no utilizaban cinturones de seguridad y la calidad del aire en al cabina era muy malo.
No fue hasta más adelante que se masificaron las cabinas presurizadas, por lo que los pasajeros debían lidiar con el olor a gasolina y a los vapores del aeroplano, a la vez que aguantaban las turbulencias propias de un viaje en altura.
Fueron esas condiciones las que validaron el uso de la bolsa para náuseas, que continúa siendo un elemento que regalan en los vuelos a pesar de las mejoras en las condiciones del vuelo.
Foto: Agencia Uno.