Son frases que muchas veces han pasado de generación en generación. La clásica "Si no te comes toda la comida no verás televisión", o sus derivados de condicionar el alimento a poder jugar, salir o cualquier cosa podría incidir negativamente en el desarrollo de los menores.
Tener que comer por cumplir y sin tener apetito podría generar un fuerte rechazo en los menores, los que al sentir aroma a comida o al ver que la madre está cocinando le podría causar un trastorno alimenticio.
Obesidad y sobrepeso son sólo algunos de los riesgos que se corren al aplicar estas advertencias a la hora de comer.