Sólo quienes son padres pueden asegurar que la tarea de criar hijos no es algo fácil ni permite el descanso. Sin embargo, se tiene como creencia que quien se queda en casa con ellos, hace mucho menos que el que sale cada día a trabajar.
Dicho pensamiento podría ser completamente erradicado, ya que según un estudio de la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica, cuidar a los hijos cansa más que trabajar.
Para dicha conclusión se investigó a dos mil padres, de los cuales 1 de cada 10 afirmó que cuidar a los pequeños compromete la salud emocional y física.
Los resultados mostraron que el 13% de los participantes poseían altos niveles de cansancio y sentimiento de incapacidad. En ese mismo ámbito, los índices para los padres es de 11,6%, mientras que para las madres es de 12,9%.
Este no es el único estudio que asegura esto, ya que el Pew Studies Center Analysis obtuvo los mismos resultados. Un 12% de los encuestados afirmó que el cuidado y educación de los hijos es una actividad muy agotadora, mientras que sólo el 5% de ellos afirmó que el trabajo remunerado lo era.
A pesar de lo agotador que puede resultar, para el 62% es una actividad que llena de sentido, lo que no ocurre con el trabajo remunerado.