400 kilos entre más de cien objetos. Esa es la cantidad de basura que hoy se puede encontrar sobre la superficie de la luna. Naves abandonadas, desechos orgánicos y objetos personales son parte de las cosas que quedaron luego de numerosas misiones al satélite natural.
Para el astrónomo Jose Maza, el hecho de no haber podido traer los desechos tiene una razón: "Si hubieran traído la basura que dejaron y no hubieran traído piedras de la luna hubiera sido un crimen", explicó.
Además, Maza explica que mantener basura lunar representa una fuente de estudio para comprobar que sin ninguno de los elementos presentes en la Tierra, nada se descompone o se altera.
Un ejemplo de esta condición es el perfecto estado en el que se mantiene la foto familiar que el astronauta Charlie Duke dejo como un recuerdo de su viaje en la misión Apolo 16, uno más del centenar de objetos que se encuentran repartidos en una superficie equivalente a la de toda américa y que hoy preocupan a la agencia espacial norteamericana.