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El 41% de los chilenos consume comida chatarra al menos una vez a la semana

Los hábitos sociales están relacionados directamente con la ingesta de fast food, que tiene un aumento en los jóvenes de entre 15 y 24 años.

Carmen Aguilar

Lunes 2 de marzo de 2015

Cuatro de cada 10 chilenos consume comida rápida por lo menos una vez a la semana. Suponen el 41% de la población total, según el estudio ¿Cuánta comida rápida consumen los chilenos? de Adimark. Un porcentaje aún “elevado”, advierte la nutricionista Ximena Espinoza, aunque está disminuyendo con respecto al 45% del año anterior.  

 

La tendencia en la ingesta de fast food viene a la baja. Se reduce en prácticamente todos los sectores, salvo en los jóvenes de entre 15 y 24 años, que avanzaron un 2%. Son, además, los que más fast food comen, ubicándose arriba de la tabla con un 74%. Un problema mayor, pues “los hábitos se crean desde niños y luego son más difíciles cambiarlos”, advierte Espinoza.

Para la nutricionista este alto porcentaje “está relacionado con el tema social”. De hecho, el informe concluye también que los que comen más de estos alimentos “son más sociales”, lo que se explica, dice Ximena Espinoza, porque “la gente se reúne en torno a la comida”.

 

Pero estos hábitos alimenticios contribuyen a la aparición de enfermedades relacionadas con la obesidad, la diabetes y los riesgos cardiovasculares, por lo que hay que controlar su consumo. La recomendación pasa por la restricción.

No se trata de no salir, sino de comer menos o elegir otro tipo de alimentos. “En lugar de dos completos, me como uno”, señala la especialista, “o elegir los alimentos más livianos y con menos calorías dentro de las opciones disponibles”.

¿CUÁNTO SE PUEDE COMER?

No se puede hablar de “cantidad recomendada” cuando a comida basura nos referimos, advierte Espinoza, pero sí de “cantidad aceptable”. Sin embargo, este dato “depende del estado nutricional de cada persona”.

Por ejemplo, una individuo que realice ejercicio y tenga un estado nutricional “normal, con un 24,9 de IMC (Índice de Masa Corporal), podría comerlos una vez a la semana”. Si presenta sobrepeso, una o dos veces al mes “sería aceptable”, recomienda la nutricionista.

Según el informe de Adimark, el IMC medio es de 26.5, por encima del índice normal. Sin embargo, este dato “no es lo más importante”, explica Espinoza, “sino que hay que conocer la composición corporal de la persona: el músculo y la grasa”. El motivo es que una persona muy musculosa y casi sin una pizca de grasa, puede tener un IMC alto; incluso más elevado que uno que presente más grasa.

 

De todas formas, se puede tomar como referencia para dibujar un panorama en el que se requieren medidas a corto plazo:

-41%  de la población consume comida basura al menos una vez a la semana (que no quita que sean más las veces).

-Un IMC promedio de 26.5 superior al normal

-70% de los chilenos es sedentario

-67% de la población nacional es obesa o tiene sobrepeso.

MÁS PREMIOS, MENOS SALUD

En la mayoría de los casos, el consumo de comida basura se relaciona con un “auto premio” (66%) o, simplemente, no resistieron la tentación (39%). Además, los que optan por estos alimentos no suelen estar vinculados a la cocina.

Del estudio también se concluye que los que comen fast food viven más estresados “pues deben estar pensando continuamente en compensar los desbalances alimenticios” y están menos preocupados por su salud.

Sin embargo, no todas las regiones ingieren comida rápida por igual. Puerto Montt y Los Ángeles son las ciudades donde más consumidores se registran, con un compartido 60%. Les siguen La Serena (56%), Punta Arenas (55%) y Antofagasta (54%). Por debajo de la tabla quedan Talcahuano (23%), Ovalle (24%), Concepción (27%), Quilpué (33%) y Calama (34%); lugares donde la cocina sana y la tradicional sigue teniendo ventaja.