El Curiosity no está trabajando estos días. Sus tareas de observación se han visto interrumpidas por una pequeña avería.
Según informó la NASA este miércoles, los ingenieros están realizando distintas pruebas para comprobar las posibles causas de un cambio de voltaje detectado el 17 de noviembre, que ha impedido al rover marciano continuar con su actividad habitual.
"El vehículo es seguro y estable, plenamente capaz de operar en su estado actual, pero estamos tomando la precaución de investigar lo que puede ser un cortocircuito", aseguró el Project Manager del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, Jim Erickson.
El equipo de la misión en Marte detectó un cambio en la diferencia de voltaje entre el chasis y el motor de arranque, que distribuye energía eléctrica a los sistemas de todo el vehículo. Tras detectar esta falla, decidieron, por precaución, cesar el trabajo del robot y buscar las causas que han podido ocasionar estos problemas.
El Curiosity ya había sufrido un cortocircuito el día del aterrizaje en el Planeta Rojo, en agosto de 2012. E incluso, en una ocasión, se vio afectado en su avance por la superficie marciana al pinchar una de sus ruedas.
Según los expertos de la NASA, hasta ahora no hay señal de que el problema esté relacionado con el reinicio de su computadora a inicios de este mes, acción que puso a Curiosity en modo de diagnóstico.
Curiosity se posó en un cráter marciano en agosto de 2012 y ha pasado los últimos meses dirigiéndose hacia su destino final: el Monte Sharp.