Alrededor del mundo, el café posee millones de adeptos por sus cualidades contra el sueño, entre otras. Pero lo cierto es que el ingeniero Martin Bacon descubrió una asombrosa propiedad de los granos del cultivo, impulsar un automóvil.
Bacon logró modificar el motor de una vieja camioneta Ford a la que ha denominado como "Máquina de granos" de tal forma, que le agregó una caldera que calienta el café necesario para lograr hacerlo funcionar.
De esta forma, el vapor y monóxido de carbono emanado de la faena logra impulsar el motor. Con el paso anterior, el ingeniero pudo alcanzar la velocidad de 105 kilómetros por hora lo que le valió un récord Guinness como el vehículo más rápido del mundo impulsado por café.
Ya en 2011 el ingeniero Bacon, junto a un grupo de voluntarios, había transformado un British Leyland Rover SD1 en un automóvil impulsado con café molido, al que denominó 'Coffee Car', como muestra el siguiente registro audiovisual.
La iniciativa de Martin salió al paso del "Carpuccino" de 2010 que se alzó el mismo año con otro récord Guinnes al recorrer 337 kilómetros entre Londres y Manchester bajo la misma lógica del café.
De todas formas, los dos experimentos abren otra de las tantas posibilidades de lograr energía en base a recursos responsables con el medio ambiente y a la vez sustentables.
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