Connected Cycle Pedals - Indiegogo Campaign Film from Christian Kravanja on Vimeo.

Es una de las últimas innovaciones en el mundo de las bicicletas. El pedal inteligente fabricado por la francesa Connected cycle se conecta al celular (Apple y Android), enviando información y estadísticas de todos los recorridos, pero también, localizando mediante GPS la bicicleta.

Si alguien se la lleva, el sistema integrado dentro del pedal envía una notificación al teléfono móvil, indicando el lugar por donde va pasando. No usa la batería del móvil ni necesita recargarse; es autónomo y genera su propia energía y usa su propia conexión a la red.

Pero como en cualquier historia, no todo es color de rosa. Hay un lado B, pues este pedal sólo funciona por el momento en Europa, EEUU, Rusia, China e Israel. Sin embargo, “hay ya en Chile sistemas que te permiten rastrear tu bicicleta por GPS”, indica César Garrido, vocero del Movimiento Furiosos Ciclistas.

Las innovaciones sobre las dos ruedas van orientadas, sobre todo, para mejorar la seguridad, tanto personal como del objeto. “Aunque en los últimos años también están proliferando bastante las que tienen que ver con el levantamiento de datos”, señala Garrido.

Según los datos del movimiento, en el año 2013 murieron 124 ciclistas, lo que supone una cifra de 7,6%. El riesgo se reduce “siendo más predecibles y más visibles”, comenta Garrido, para lo que la tecnología sería un aporte en la disminución de estos accidentes.

No obstante, según cifras de la misma organización, en los últimos se han reducido los siniestros mientras que han aumentado el número de ciclistas. Un dato que apunta que más que tecnología, es educación lo que aporta seguridad. “No podemos pensar que la tecnología nos va a ayudar a combatir los efectos del mal comportamiento”, indica el vocero de Furiosos Ciclistas.

MEJORAR LA SEGURIDAD

Las innovaciones para evitar accidentes “también se están viendo en los autos”, indica Garrido, pues al final ellos también están involucrados. De hecho, casas automotrices como Audio o Volvo han desarrollado sistemas de protección para los ciclistas.

Esta segunda, junto con Albedo 100, desarrolló un spray para aumentar la visibilidad de los ciclistas con respecto a otros vehículos. Este aerosol dura una semana, es transparente y lavable y es altamente reflectante por la noche. Sus partículas brillan de manera intensa cuando reciben cualquier foco de luz.

Por su parte, la organización para la Investigación de Ciencia Aplicada de Holanda (TNO) trabaja en  una bicicleta que avisa de posibles colisiones y peligros. Funciona con un sensor que advierte de la presencia de un vehículo u otra bicicleta con los que se podría chocar y lo hace a través de una vibración en el sillín y el manillar. Por si fuera poco, este sensor reconoce si los objetos se acercan a una velocidad excesiva.

La marca Helios propone su manillar con iluminación Led y batería recargable durante nueve horas, de manera que se haga visible tanto al ciclista como al camino por el que tiene que circular. Además, cuenta con GPS y puede conectarse pro Bluetooth.

Son igualmente variadas las propuestas para evitar el robo de las bicicletas. Uno de los más atractivos es este estacionamiento subterráneo que ya funciona en Tokio.

Pero ante la falta de estacionamientos como los nipones, un grupo de chilenos creó la “bicicleta imposible de robar”. Desarman uno de los marcos para usarlo, junto con el sillín, como un candado. De esta manera, se queda inutilizable.

Existen también sistemas para evitar que roben los sillines de las bicicletas, como el Safe Seat, que cuenta con un cable con el que anclar el tubo del sillín a la bicicleta. Otro sistema, como el Panzer Chain, impide que puedan trasladarla de manera sencilla, ya que se trata de un candado que se coloca en los radios de la rueda trasera.

Otro más sofisticado es el Lock 8, un candado que se desbloquea a través de una aplicación con el celular. Además, incluye un sistema GPS para rastrear la bicicleta en caso de pérdida y alerta si la bicicleta está en riesgo.

INNOVACIÓN SUSTENTABLE

Los avances no sólo llegan desde las bicicletas mismas o sus componentes. En Holanda, por ejemplo, ya cuentan con la primera ciclovía que produce energía solar. Es un carril piloto desarrollado por la misma TNO de la bicicleta que previene accidentes y durante sus primeros tres años será sometido algunas pruebas.

Para los que no se vean capaces de pedalear demasiado, hay motores, como el Rubee, que se acopla a cualquier bicicleta. Alcanza una velocidad de hasta 25 km/h, suficiente para moverse por la ciudad. Pero lo mejor es aprovechar la energía para otros procesos, como la bicilavadora.

Las bicimáquinas son ya conocidas y, dentro de ellas, están las bicilavadoras. Lo nuevo de unos estudiantes chinos que la vuelven a proponer es su diseño, que permite ahorrar espacio.

El estilo es otro de los puntos donde la innovación sobre dos ruedas ha avanzado bastante. Basta algunos ejemplos como las bolsas Magnetas, hechas a mano de cuero italiano, o el transportín Six Pack Rack para la rueda delantera.

La tecnología también mejora los cascos, y no sólo en cuanto a los materiales y resistencias, sino también por sus prestaciones. El Life Beam’s Smart controla las pulsaciones mediante un sensor que envía los datos por Bluetooth a un Smartphone o un reloj inteligente.

Seguro que estas innovaciones le han llamado la atención, aunque no sea ciclista. Los precios, sin embargo, pueden teñir de un color más oscuro este mundo tecnológico que aquí se dibuja.

En Chile, la penetración tecnológica es aún escasa. “Un porcentaje muy bajo de ciclistas la usa, y como mucho es una aplicación en el celular”, reconoce César Garrido. Las innovaciones, especialmente las más complejas, nos quedan aún lejos y grandes para bolsillos corrientes.