Click acá para ir directamente al contenido

El sexto sentido del organismo humano

El centro psíquico para culturas egipcia, hindú y tibetana forma parte del sistema endocrino y participa en la adaptación del cuerpo al medio ambiente.

Nadia Iturriaga

Miércoles 7 de noviembre de 2012

La glándula pineal también denominada epífisis que se ubica entre el centro del cerebro y los ojos, ha sido considerada como un "tercer ojo" por antiguos monjes tibetanos, sin embargo, recientes investigaciones sostienen que pertenece al sistema endocrino y además tiene la facultad de regular el sueño en el organismo humano.

Las propiedades de la glándula pineal fueron un misterio durante mucho tiempo y por eso surgieron tantos mitos al respecto. Por ejemplo, se pensó que la disminución de tu tamaño a medida que pasaban los años se debía a una especie de atrofia o involución.

La rama esotérica, por su parte, categoriza esta glándula como un "sexto sentido" debido a la relación que se hace con la clarividencia y la intuición.

Tras estudios en torno a sus características, se logró determinar que su principal función es la elaboración de melatonina, una hormona que se encarga de regular el ritmo del sueño y de la vigilia en el cuerpo. Además pesa una media de 173 miligramos.

Entre otras funciones, la pineal tendría participación en procesos como el inicio de la pubertad, la armonización del sistema nervioso vegetativo con el medio ambiente, entre otros.

"Durante un tiempo se pensó que era un órgano que no servía para nada, pero ahora se sabe que desempeña muchas funciones. La principal, ajustar al entorno que nos rodea nuestra temperatura corporal, la frecuencia cardiaca y la secreción de hormonas, entre éstas, la melatonina, que se encarga de informar al organismo de la situación exterior", señaló el profesor Julio Tresguerres, catedrático de Fisiología y Endocrinología Experimental de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense.

De todas maneras, para otros especialistas, la actividad de la epífisis traspasa los límites de los cinco sentidos clásicos al recibir información que captan desde el exterior los demás órganos, en especial de campos electromagnéticos.