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Las erupciones de energía al culminar un ciclo solar -algo que ocurre cada once años- pueden incrementar los rayos cósmicos y ultravioletas que llegan a la Tierra.

Daniela Marín

Jueves 8 de agosto de 2013

En los próximos meses el campo magnético del Sol invertirá su polaridad, dando paso a un proceso que ocurre cada once años y que podría interferir las comunicaciones por radio y afectar la temperatura. El cambio de polos que implica que el norte pase al sur y viceversa, ocurre en la finalización de cada ciclo de la estrella mayor cuando el magnetismo se reorganiza luego de haber quedado en cero.

Este evento ha sido detectado en tres ocasiones por el Observatorio Solar Wilcox de Stanford, cuyos magnetogramas estudian el magnetismo polar del sol desde 1976. Frente a estos hallazgos, los científicos han llegado a la conclusión de que "El campo magnético polar del Sol se debilita, se reduce a cero y luego vuelve a aparecer, pero con la polaridad invertida, éste es un elemento normal del ciclo solar".

No obstante a la magnitud del cambio en los polos, la NASA afirma que no hay razones de preocupación para el ser humano. Los que podrían verse afectados son los rayos cósmicos,  partículas de alta energía aceleradas a la velocidad de la luz producidas por explosiones de supernovas y otros eventos violentos de la galaxia. Esto último, afectaría a los astronautas y las sondas espaciales que se mueven por la heliosfera.

Asimismo, se advierte que el sistema inmunológico de los animales -especialmente las aves- se alteraría, ya que son muy dependientes de la polaridad magnética del planeta. Sin embargo, se debe tener en cuenta que este tipo de eventos nucleares se han presentado antes, por lo que las oscilaciones que se preven son parte de un proceso natural de nuestros cosmos.