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Ellas se vuelven cariñosas con el alcohol, ellos infieles

Estudio universitario con ratones "borrachos" revela diferencia de comportamientos sexuales tras una noche de "copete".

24horas.cl Tvn

Miércoles 9 de abril de 2014

Después de una noche bañada en alcohol, ellas se vuelven más cariñosas. Ellos, infieles.

Seguro que esta información no le sorprende, pero ahora ha sido demostrado científicamente, tras un estudio realizado en la Oregon Health and Science University en Portland, basado en la experiencia de un grupo de cándidos ratones de la pradera, conocidos por su monogamia.

Después de beber más de lo habitual, influida por los efluvios etílicos, las hembras se acercan a su pareja para demostrarle lo mucho que le quieren. Sin embargo, los hombres, en el mismo estado, buscarán conocer a una nueva persona.

Los ratones de la pradera fueron los elegidos para conocer los efectos del alcohol en los lazos sociales. Tras el estudio, los expertos han descubierto que son muy diferentes las reacciones según el sexo: la embriaguez refuerza la unión y la sociabilidad en las hembras, los machos muestran un comportamiento huidizo e infiel.

Los ratones de la pradera son, en estado sobrio, un ejemplo de fidelidad. Los lazos de la pareja son muy fuertes y duran toda la vida, por lo que los científicos los utilizan habitualmente para conocer la esencia biológica de la monogamia.

Para ello, los ratoncitos fueron embriagados con unos tragos de vodka. Los científicos introdujeron ratoncillos machos y hembras en un entorno controlado en laboratorio y les ofrecieron agua pura y limpia y, por otro lado, una mezcla de agua y vodka. Se quedaron solos durante 24 horas en una especie de “carrete” ratonil.

Los roedores lo habían pasado bien, consumido alrededor de 12,5 gramos de alcohol por cada kilo de su peso corporal.

Tanto los ratones borrachos como los sobrios se aparearon con la misma frecuencia durante las 24 horas iniciales, por lo que el sexo no se consideró una razón para explicar su comportamiento posterior. Tampoco intervinieron una actividad locomotora alterada, tropiezos o desmayos a consecuencia del alcohol, para formar las parejas.

LOS SOBRIOS, TODOS FIELES

Resultó que casi el 100% de las hembras que habían bebido prefirieron interactuar con su antigua pareja y no con la recién presentada. En cambio, en el caso de las sobrias, solo dos tercios eligieron esta opción, mientras al resto no le importaba estar con uno u otro, o le gustaba más el extraño. Los machos borrachos hicieron todo lo contrario: rechazaron a sus amantes anteriores y mostraron más interés por las nuevas mujeres. Todos los machos sobrios, sin embargo, se mostraron absolutamente fieles a su primera pareja.

Los investigadores analizaron el cerebro de los ratones y comprobaron que el alcohol había afectado a los sistemas de neuropéptidos en el cerebro, áreas de los roedores que influyen en los comportamientos sociales y la ansiedad. En los machos aumentó la densidad de las fibras en la amígdala, que otros experimentos han demostrado reduce la ansiedad. Pero en las hembras, el alcohol promueve sentimientos más ansiosos, lo que las lleva a querer estrechar los vínculos con su pareja.

Los ratones no son personas, pero quizás esto pueda darnos una idea de por qué algunos hombres y mujeres muestran un comportamiento algo alterado cuando abusan del alcohol. Quizás, a partir de ahora, puede decir que todo es culpa de la biología, no suya.