El Dr. Pablo González, Profesor Asistente de la Universidad Católica de Chile e Investigador Joven del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia, IMII, junto a un equipo de científicos de Estados Unidos, son protagonistas de un hito mundial para la ciencia: desarrollar una vacuna efectiva contra el virus herpes simplex 1 y 2.
La vacuna busca prevenir los efectos nocivos de estos virus que, tras infectar, pueden generar ceguera, encefalitis neonatal y adulta, y lesiones en la piel, permaneciendo además de manera crónica en el organismo, con posibilidad de reactivarse esporádicamente a lo largo de la vida del individuo.
Vacuna
La formulación profiláctica está siendo elaborada y probada en modelos animales y según explica Pablo González –Doctor en Genética Molecular y Microbiología-, “los resultados son asombrosos”. “La estrategia que hemos empleado para crear esta vacuna causa sorpresa entre nuestros colegas, expertos en el área, pues utilizamos una aproximación completamente opuesta a la usada por los principales laboratorios farmacéuticos multinacionales que trabajan en una vacuna contra estos virus, desde hace dos décadas”.
El investigador explica que si bien estos reconocidos laboratorios han invertido esfuerzos para este fin, “los resultados obtenidos en las distintas fases clínicas han sido decepcionantes. El golpe más duro fue hace dos años en una fase clínica 3 que resultó infructuosa”.
Por otro lado, el Dr. González señala que, actualmente, no existe ninguna vacuna contra herpes simplex, y que los tratamientos farmacológicos actuales, como el Aciclovir, no son muy efectivos “ya que en general solo logran acortar la duración de la patología en unos pocos días y no eliminan al virus del organismo”. Por esta razón, el investigador afirma que es fundamental que los servicios de salud puedan contar con vacunas preventivas, que eviten desde un comienzo las manifestaciones clínicas producidas por estos patógenos.
Virus silencioso
El herpes simplex, al igual que otros virus herpes como varicela zóster, tiene características poco usuales, entre ellas, ser capaz de alojarse en nuestras células de por vida, permaneciendo allí de forma silenciosa, en estado de latencia. El virus herpes simplex tipo 1, afecta en promedio a un 70% de la población, mientras que el de tipo 2, a un 20%. Sin embargo, las manifestaciones clínicas solo ocurren entre un 5% y 15% de las personas. En otras palabras, la mayoría de los individuos infectados no lo saben.
Particularmente, el herpes simplex 1 y 2 son la primera causa de encefalitis viral, problema que deja importantes secuelas, sobretodo, en recién nacidos. Por otro lado, HSV-1 es la primera causa de ceguera en países desarrollados.
El sitio de refugio de estos virus en el organismo es el tejido nervioso, específicamente en las neuronas, ya que ahí éstos quedan protegidos del sistema inmunológico. Sin embargo, cuando se encuentra amenazado, el virus escapa de estas células y se manifiesta cercano al sitio inicial de infección en piel y mucosas creando nuevas infecciones en el individuo. “Esto puede ocurrir, por ejemplo, ante la exposición excesiva a los rayos UV, cuando se ingieren alimentos alergénicos o bien, cuando las personas presentan una baja en sus defensas, entre otros factores”, comenta el investigador PUC-IMII.
Por esta razón, agrega, es fundamental conocer los mecanismos mediante los cuales operan estos virus y, en base a ello, poder avanzar en el campo de la investigación biomédica para el tratamiento y la prevención de las enfermedades causadas por estos virus.
Foto: Agencia UNO (archivo).