Un estudio publicado por Social Psyhoclogical and Personality Science Journal, examinó las conversaciones de varias personas durante dos años, para determinar si un tema era positivo, negativo o neutro, sobre quién era la conversación y el tema que se discutía, y descubrió que el ser chismoso es bueno para la salud.
Según los investigadores, el chisme ayuda a recopilar información sobre otras personas para entenderlas mejor y además, ayuda a aprender lo que se espera de nosotros para ser un buen miembro dentro de un grupo.
También descubrieron que hablar de otros no es particularmente negativo, sino que es otra forma de aprender a relacionarse y entender normas sociales.
Finalmente, concluyeron que mientras el chisme no tenga la intención de dañar a otras personas, no se puede considerar dañino, sino una parte de la vida.