La agradable sensación de ser acariciados podría ser una ilusión.
Así lo plantea un estudio publicado en la revista "Current Biology", donde investigadores aseguran que la sensación de suavidad y calidez que se siente cuando una persona acaricia a un ser querido es sólo una ilusión creada por el cerebro.
En el fondo, se trata de un placer sensorial que contribuye a estrechar lazos sociales y se activa con caricias íntimas, sin embargo, la piel no es tan suave como la percibimos.
Los investigadores utilizaron voluntarios para evaluar la suavidad de la piel de otras personas y compararla con la propia. Como resultado, todos tendían a percibir la piel de los demás como más suave que la suya.
Los científicos concluyeron que la sensación de suavidad que genera el contacto con otra piel responde a la velocidad de la caricia y la zona en donde ésta se produce.
Asimismo, la explicación desde el área evolutiva indica que este "pegamento social" que nos genera acariciarnos obedece a un desarrollo psicológico que crea la ilusión de recompensa que tenemos al tocarnos unos a otros.
El hallazgo podría ser una base para ampliar la investigación a los beneficios de las caricias en personas con demencia o lesiones cerebrales.
Foto: Reuters