Según concluyó un estudio desarrollado por la Unidad de Psicología del Deporte de la Universidad de Murcia, los deportistas que son derrotados en una competición tienen el doble de probabilidades de lesionarse que quienes ganaron. Esto es debido a un efecto psicológico que los deja más vulnerables a sufrir otro tipo de problemas.
Después de someter a una investigación a 210 futbolistas semi-profesionales y profesionales, de 14 equipos, entre los 16 y los 37 años, los científicos aseguraron que detrás de todas las lesiones se encuentra un estado de ánimo bajo, sensación de frustración o estrés, así como mayor tolerancia al dolor y conductas de evitación o escape.
Finalmente, concluyeron que el trabajo del psicólogo especialista en el área deportiva es crucial para reducir el riesgo de sufrir daños en músculos y articulaciones, y de paso, aumentar el rendimiento del deportista, potenciando aspectos como la concentración, la motivación, la autoconfianza y el control de tensión.